El Papa Francisco instó a la comunidad internacional a crear una “alianza” contra el odio y la indiferencia capaz de responder con el bien a las causas de la violencia y las lógicas perversas.
Ello, durante un discurso ante los participantes en una Conferencia Internacional contra el Antisemitismo y los Crímenes de Odio organizada por el Ministerio de Exteriores de Italia, a quienes recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano.
“El enemigo contra el cual luchamos no es solamente el odio, en todas sus formas sino, aún más a la raíz, la indiferencia que paraliza e impide hacer lo que es justo también cuando se sabe que es justo”, dijo, hablando en italiano.
“No me canso de repetir que la indiferencia es un virus que contagia peligrosamente nuestros tiempos, tiempos en los cuales estamos cada vez más conectados a los demás, pero cada vez menos atentos a los otros”, añadió.
NADIE ES UNA ISLA
Sostuvo que la globalización debería ayudar a comprender que nadie es una isla y que ninguno tendrá un futuro de paz sin un porvenir digno para todos; por eso hizo un llamado a la responsabilidad, que significa estar listos y activos para responder.
Recordó su visita al campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau en julio de 2016, donde aseguró haber sentido un “silencio inquietante” que sólo dejaba espacio para las lágrimas, la oración y la solicitud de perdón.
Para afrontar la indiferencia, pidió construir una memoria común, que no permanezca aprisionada en el resentimiento, sino que, pese a “estar atravesada por la noche del dolor”, se abra a la esperanza de una nueva alba.
“CONSTRUIR JUNTOS EL BIEN”
Consideró urgente educar a las jóvenes generaciones a involucrarse activamente en la lucha contra los odios y las discriminaciones, pero también en el superar las contraposiciones del pasado y en no cansarse nunca de buscar al otro.
“Para preparar un futuro verdaderamente humano no es suficiente rechazar el mal, se necesita construir juntos el bien”, sentenció.